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Vimalakirti Nirdesa - la liberación inconcebible Vimalakirti Nirdesa

Capitulo 6: La Liberación Inconcebible

En esto, el venerable Shariputra tuvo este pensamiento: "No hay ni siquiera una sola silla en esta casa. Dónde irán a sentarse estos discípulos y bodhisattvas?"

El Licchavi Vimalakirti leyó el pensamiento del venerable Shariputra y dijo: "reverendo Shariputra, vino usted por el bien del Dharma? O vino por el bien de una silla?"

Shariputra respondió: "Vine por el bien del Dharma, no por el bien de una silla".

Vimalakirti continuó: "Reverendo Shariputra, aquel que está interesado en el Dharma no está interesado ni siquiera en su propio cuerpo, mucho menos en una silla. Reverendo Shariputra, aquel que está interesado en el Dharma no tiene interés en la forma, sensación, intelecto, motivación o conciencia. Él no tiene interés en esos agregados, o en los elementos, o en los sentidos. Interesado en el Dharma, él no tiene interés en el reino del deseo, el reino de la forma, o el reino inmaterial. Interesado en el Dharma, él no tiene interés en el apego al Buddha, apego al Dharma, o apego a la Sangha. Reverendo Shariputra, aquel que está interesado en el Dharma no está interesado en reconocer el sufrimiento, abandonar su origen, comprender su cesación, o practicar el camino. Por qué? El Dharma es finalmente sin formulación ni verbalización. Quien verbaliza: "el sufrimiento debe ser reconocido, la originación debe ser eliminada, la cesación debe ser comprendida, el camino debe ser practicado" no está interesado en el Dharma sino que está interesado en la verbalización. Reverendo Shariputra, el Dharma es calmo y apacible. Aquellos que están enganchados en producción y destrucción no están interesados en el Dharma, no están interesados en la soledad, sino que están interesados en producción y destrucción. Más aun, reverendo Shariputra, el Dharma es sin mancha y libre de impureza. Aquel que está interesado en algo, aun en la liberación, no está interesado en el Dharma, sino que está interesado en la mancha del deseo. El Dharma no es un objeto. Aquel que persigue objetos no está interesado en el Dharma, sino que está interesado en los objetos. El Dharma es sin aceptación ni rechazo. Aquel que se mantiene en las cosas o deja ir las cosas no está interesado en el Dharma, sino que está interesado en mantener y dejar ir. El Dharma no es un refugio seguro. Aquel que disfruta de un refugio seguro no está interesado en el Dharma, sino que está interesado en un refugio seguro. El Dharma es sin signos. Aquel cuya conciencia persigue signos no está interesado en el Dharma, sino que está interesado en signos. El Dharma no es una sociedad. Aquel que busca asociarse con el Dharma no está interesado en el Dharma, sino que está interesado en la asociación. El Dharma no es una visión, un sonido, una categoría, o una idea. Aquel que está involucrado en visiones, sonidos, categorías o ideas no está interesado en el Dharma, sino que está interesado en visiones, sonidos, categorías e ideas. Reverendo Shariputra, el Dharma es libre de cosas compuestas y cosas no compuestas. Aquel que adhiere a las cosas compuestas y a las cosas no compuestas no está interesado en el Dharma, sino que está interesado en adherir a cosas compuestas y cosas no compuestas. Por lo tanto, reverendo Shariputra, si estás interesado en el Dharma, no debes tener interés en nada".

Cuando Vimalakirti hubo hablado este discurso, quinientos dioses obtuvieron la pureza del ojo del Dharma en el ver todas las cosas. Luego, el Licchavi Vimalakirti dijo al príncipe coronado Manjusri: "Manjusri, tu ya has estado en innumerables cientos de miles de campos de Buddha a través de los universos en las diez direcciones. En qué campo de Buddha viste los mejores tronos de león de las cualidades más finas?

Manjusri respondió: "Noble señor, si uno cruza los campos de Buddha hacia el este, los cuales son más numerosos que todos los granos de arena de treinta y dos ríos Ganges, uno descubrirá un universo llamado Merudhvaja. Allí reside un Tathagata llamado Merupradiparaja. Su cuerpo mide ochenta y cuatro mil leguas de alto, y la altura de su trono es de seis mil ochocientos miles de leguas. Los bodhisattvas allí miden cuatro mil doscientos miles de leguas de alto y sus propios tronos miden tres mil cuatrocientos miles de leguas de altura. Noble señor, el más fino y más soberbio trono existe en aquel universo Merudhvaja, el cual es el campo de Buddha del Tathagata Merupradiparaja".

En ese momento, el Licchavi Vimalakirti, habiéndose enfocado a sí mismo en la concentración, practicó un hecho milagroso tal que el Señor Tathagata Merupradiparaja, en el universo Merudhvaja, envió a ese universo tres mil doscientos miles de tronos. Esos tronos eran tan altos, espaciosos y hermosos que los bodhisattvas, grandes discípulos, Sakras, Bramas, Lokapalas, y otros dioses nunca antes habían visto así. Los tronos descendían del cielo y llegaban a descansar en la casa del Licchavi Vimalakirti. Los tresmil doscientos tronos se acomodaron a sí mismos sin amontonarse y la casa parecía agrandarse a sí misma de acuerdo a eso. La gran ciudad de Vaisali no se volvió oscura; ni la tierra de Jambudvipa (o "tierra de los árboles jambu", esta es una tierra poblada por gente con muy mal karma) ni el mundo de cuatro continentes. Todo lo demás aparecía exactamente como era antes. Entonces, el Licchavi Vimalakirti dijo al joven príncipe Manjusri: "Manjusri, permite que los bodhisattvas se sienten sobre estos tronos, habiendo transformado sus cuerpos a un tamaño acorde!"

Entonces, aquellos bodhisattvas, quienes habían obtenido el super conocimiento, transformaron sus cuerpos a una altura de cuatro mil doscientas leguas y se sentaron sobre los tronos. Pero los bodhisattvas principiantes no eran capaces de transformarse a sí mismos para sentarse sobre los tronos. Entonces, el Licchavi Vimalakirti enseñó a esos principiantes bodhisattvas una enseñanza que les permitió obtener los cinco super conocimientos y, habiéndolos obtenido, ellos transformaron sus cuerpos a una altura de cuatro mil doscientas leguas y se sentaron sobre los tronos. Pero aun los grandes discípulos no podían sentarse sobre los tronos.

El Licchavi Vimalakirti dijo al reverendo Shariputra: "Reverendo Shariputra, tome asiento en un trono".

Él respondió: "Buen señor, los tronos son demasiado altos y grandes, y yo no puedo sentarme sobre ellos".

Vimalakirti dijo: " Reverendo Shariputra, inclínese ante el Tathagata Merupradiparaja, y usted podrá tomar su asiento."

Entonces, los grandes discípulos se inclinaron ante el Tathagata Merupradiparaja y se sentaron sobre los tronos.

Luego, el venerable Shariputra dijo al Licchavi Vimalakirti: "Noble señor, es asombroso que estos miles de tronos, tan grandes y tan altos, debieran ajustarse a una casa tan pequeña y que la gran ciudad de Vaisali, las villas, ciudades, reinados, capitales de Jambudvipa, los otros tres continentes, las residencias de los dioses, los nagas, los yakshas, los gandharvas, los asuras, los garudas, los kimnaras y los mahoragas – que todos ellos aparecieran sin ningún obstáculo, así como eran antes!"

El Licchavi Viamalakirti respondió: "Reverendo Shariputra, para los Tathagatas y los bodhisattvas, hay una liberación llamada inconcebible. El bodhisattva que vive en la liberación inconcebible puede poner al rey de las montañas, Sumeru, que es tan grande, tan noble, y tan vasto, dentro de una semilla de mostaza. Él puede realizar este acto sin agrandar la semilla de mostaza y sin encoger la Monte Sumeru. Y las deidades de la asamblea de los cuatro Maharajas y de los cielos Trayastrimsa ni siquiera saben dónde están. Sólo aquellos seres que están destinados a ser disciplinados por milagros ven y comprenden el colocar al rey de las montañas, Sumeru, dentro de un grano de mostaza; esta, reverendo Shariputra, es una entrada al dominio de la liberación inconcebible de los bodhisattvas.

Más aun, reverendo Shariputra, el bodhisattva que vive en la liberación inconcebible pueden verter en un solo poro de su piel todas las aguas de los cuatro grandes océanos, sin dañar a los animales acuáticos tales como el pez, las tortugas, los cocodrilos, las ranas, y otras criaturas, y sin que los nagas, yakshas, gandharvas y asuras sean siquiera concientes de dónde están ellos. Y toda la operación es visible sin ningún daño o perturbación hacia aquellos seres vivos. Tal bodhisattva puede sacar con su mano derecha este universo galáctico de billones de mundos como si fuera una rueda de alfarero, y, haciéndola girar, echarla más allá de los universos tan numerosos como las arenas del Ganges, sin que los seres vivos incluidos conozcan su movimiento o el origen del mismo, y él puede tomarlo y ponerlo de nuevo en su lugar, sin que los seres vivos sospechen su ir y venir; y aun la operación total es visible.

Más aun, reverendo Shariputra, hay seres que se vuelven disciplinados después de un inmenso periodo de evolución, y también están los que son disciplinados luego de un breve periodo de evolución. El bodhisattva que vive en la liberación inconcebible, por el bien de disciplinar a aquellos seres vivos que son disciplinados a través de innumerables periodos de evolución, puede hacer el paso de una semana como el paso de un eon, y él puede hacer el paso de un eon parecerse a una semana para aquellos que son disciplinados a través de un breve periodo de evolución. Los seres vivos que son disciplinados a través de un inconmensurable periodo de evolución realmente perciben una semana como el paso de un eon, y aquellos disciplinados por un breve periodo de evolución realmente perciben un eon como el paso de una semana.

Así, un bodhisattva que vive en la liberación inconcebible puede manifestar todos los esplendores de las virtudes de todos los campos de Buddha en un solo campo de Buddha. Del mismo modo, él puede colocar a todos los seres vivos en la palma de su mano derecha y puede mostrarlos con la velocidad súper natural de pensamiento de todos los campos de Buddha sin dejar nunca su propio campo de Buddha. Él puede exhibir en un solo poro todas las ofrendas jamás ofrecidas a todos los Budas de las diez direcciones, y las órbitas de todos los soles, lunas y estrellas de las diez direcciones. Él puede inhalar todos los huracanes de las atmósferas del viento cósmico de las diez direcciones en su boca sin dañar su propio cuerpo y sin dejar que sean aplastados los bosques y las hierbas de los campos de Buddha. Él puede tomar todas las masas de fuego de todas las supernovas que finalmente consumen todos los universos de todos los campos de Buddha en su estómago sin interferir con sus funciones. Habiendo cruzado campos de Buddha tan numerosos como las arenas del Ganges hacia abajo, y habiendo levantado un campo de Buddha, él puede alzar a través de campos de Buddha tan numerosos como las arenas del Ganges y colocarlos en la altura, así como un hombre fuerte puede levantar una hoja de jojoba en la punta de una aguja.

Así, el bodhisattva que vive en la liberación inconcebible puede mágicamente transformar cualquier clase de ser vivo en un monarca universal, un Lokapala, un Sakra, un Brama, un discípulo, un sabio solitario, un bodhisattva, e incluso en un Buddha. El bodhisattva puede transformar milagrosamente todos los gritos y ruidos, superiores, mediocres, e inferiores, de todos los seres vivos de las diez direcciones, en la voz del Buddha, el Dharma y la Sangha, habiéndoles proclamado: "impermanente! Miserable! Vacío! Sin yo! " Y él puede causarles que reciten las palabras y sonidos de todas las enseñanzas enseñadas por todos los Buddhas de las diez direcciones. Reverendo Shariputra, te he mostrado sólo una pequeña parte de la entrada al dominio del bodhisattva que vive en la liberación inconcebible. Reverendo Shariputra, explicarte la enseñanza de la plena entrada en el dominio del bodhisattva que vive en la liberación inconcebible requeriría más de un eon, y aun más que eso."

Luego, el patriarca Maha Kasyapa, habiendo escuchado esta enseñanza de la liberación inconcebible de los bodhisattvas, fue maravillado, y le dijo al venerable Shariputra: "venerable Shariputra, si uno fuera a mostrar una variedad de cosas a una persona ciega de nacimiento, él no podría ser capaz de ver ni una cosa. De este modo, venerable Shariputra, cuando esta puerta de la liberación inconcebible es enseñada, todos los discípulos y sabios solitarios están sin visión, como el hombre ciego de nacimiento, y no pueden comprender ni siquiera una sola causa de liberación inconcebible. Quién entre los sabios es el que, escuchando acerca de esta inconcebible liberación, no concibe el espíritu de Anuttara Samyak Sambodhi? Como para nosotros, aquellas facultades están deterioradas, como una semilla podrida y quemada, qué más podemos hacer si no nos volvemos receptivos a este gran vehículo? Nosotros, todos los discípulos y sabios solitarios, al escuchar esta enseñanza del Dharma, deberíamos expresar un grito de arrepentimiento que pudiera sacudir esta universo galáctico de billones de mundos! Y como para los bodhisattvas, cuando ellos escuchan acerca de esta inconcebible liberación ellos deben estar tan gozosos como un joven príncipe coronado cuando él toma la diadema y es ungido, y ellos deben incrementar hasta el máximo su devoción hacia esta liberación inconcebible. De hecho, qué podría hacerle jamás el ejército entero de Maras a uno que está dedicado a esta liberación inconcebible?"

Cuando el patriarca Maha Kasyapa hubo expresado este discurso, treinta y dos mil dioses concibieron el espíritu de Anuttara Samyak Sambodhi.

Entonces el Licchavi Vimalakirti dijo al patriarca Maha Kasyapa: "Reverendo Maha Kasyapa, los Maras que hacen el mal en los innumerables universos de las diez direcciones son todos bodhisattvas residiendo en la liberación inconcebible, quienes están haciendo el mal en función de desarrollar a los seres vivos a través de su habilidad en técnica liberadora. Reverendo Maha Kasyapa, todos los mendigos miserables que acuden a los bodhisattvas de los innumerables universos de las diez direcciones a pedir una mano, un pie, una oreja, una nariz, algo de sangre, músculos, huesos, médula, un ojo, un torso, una cabeza, un miembro, un trono, un reinado, un país, una mujer, un hijo, una hija, un esclavo, una esclava, un caballo, un elefante, una carruaje, un carro, oro, plata, joyas, perlas, conchas, cristal, coral, berilio, tesoros, comida, bebida, elixires, y ropas – esos mendigos demandantes son usualmente bodhisattvas viviendo en la liberación inconcebible quienes, a través de sus habilidades en técnicas liberadoras, desean probar y así demostrar la firmeza de la gran resolución de los bodhisattvas. Por qué? Reverendo Maha Kasyapa, los bodhisattvas demuestran esa firmeza por medio de austeridades terribles. Las personas ordinarias no tiene poder para ser así demandantes de los bodhisattvas, a menos que se les conceda la oportunidad. Ellos no son capaces de matar y privar de tal manera sin que se les de libremente la oportunidad. Reverendo Maha Kasyapa, así como una luciérnaga no puede eclipsar la luz del sol, así reverendo Maha Kasyapa, no es posible sin permiso especial que una persona ordinaria pueda atacar así y privar a un bodhisattva. Reverendo Maha Kasyapa, así como un burro no podría lograr un ataque sobre un elefante salvaje, aun así, reverendo Maha Kasyapa, uno que no es él mismo un bodhisattva no puede atacar a otro bodhisattva, y sólo un bodhisattva puede tolerar el ataque de otro bodhisattva. Reverendo Maha Kasyapa, tal es la introducción al poder del conocimiento de la técnica liberadora de los bodhisattvas que viven en la liberación inconcebible".

Traducción de la versión inglesa de Robert A. F. Thurman
por el Upasaka Kumgang, presidente del Centro Zen Buddhista Argentino